Tipos de bombas de achique

Bomba de achique

¿Tienes una embarcación y buscas la bomba de achique adecuada?  Seguro que te han surgido dudas sobre cuál es la más recomendable para tu barco y cómo deberías utilizarla.

Es fundamental llevar a bordo una bomba de agua sumergible o bomba de achique. Porque tarde o temprano el agua entra en el barco. Ya sea por la lluvia, por alguna marejada, obstrucción de drenajes o porque se produzca alguna fuga debido a daños en el casco.

¿Para qué sirve una bomba de achique?

El agua que se acumula en la parte más baja de la embarcación se llama sentina. Y de su buen estado va a depender la flotabilidad del barco, la seguridad y el mantenimiento del mismo. Cuando entra agua tiende a depositarse siempre en la parte de abajo. Por eso es importante comenzar a achicar desde la sentina, así evitaremos males mayores. Evacuar esa agua acumulada es primordial, sobre todo cuando estamos navegando y nos encontramos a muchas millas lejos de la costa.

Una bomba de achique es un dispositivo que lleva un impulsor sellado a la carcasa que se sumerge en el agua  que tiene que bombear con la suficiente fuerza para achicar esa agua residual acumulada. Lo más importante es su sellado, ya que se debe evitar que entre agua en el motor de la bomba, si no se podría producir un cortocircuito.

¿Qué tipos de bombas de achique existen?

¡Dime qué tipo de embarcación tienes y te diré tú bomba de agua adecuada!

Las embarcaciones de recreo están homologadas para navegar por una zona determinada. En función de la zona, si es Zona 1 es ilimitada mientras que la 7 es en aguas costeras protegidas, deberá llevar un tipo de bomba de achique diferente. La normativa vigente obliga a un mínimo de elementos de achique en caso de inundación. El Ministerio de Fomento es quien determina esta exigencia.

Bombas eléctricas

Este tipo de bombas de achique son las más habituales en la mayoría de las embarcaciones. Suelen situarse en la propia sentina, que es donde se concentra el agua que entra en el casco. Funcionan por medio de electricidad gracias a una batería que lleva incorporada, y que puede ser de 12 a 24 voltios. Hay varios modelos en función de la cantidad de agua a extraer. Las más modernas llevan unos filtros para el agua que sale y no expulse al mar combustible o restos de suciedad.

Para ponerlas en funcionamiento, se pueden activar de dos formas distintas: bien desde el panel de control de la embarcación o bien se ponen en marcha automáticamente gracias a unos sensores que comprueban periódicamente el nivel de agua en la sentina.

Bombas manuales

Son las más antiguas, pero sin duda, pueden sacarte de un apuro si las eléctricas fallan o bien, como apoyo adicional cuando hay demasiada agua en la embarcación. Suelen ser las más frecuentes en los barcos de vela porque la mayoría no llevan fuente de alimentación. Se suelen colocar al lado del timón, en el exterior.

Antes de adquirir una bomba de achique manual hay que informarse de la cantidad de agua que es capaz de evacuar por minuto. Si decides tener dos bombas de agua a bordo, lo más recomendable es colocar una en el centro del barco y otra en la popa. Pero con embarcaciones de hasta 10 metros con una sería suficiente.

Bomba de achique manual

Bombas del motor

Es otra opción de achique, utilizar la bomba del motor para sacar el agua acumulada. Esta bomba absorbe el agua del mar para refrigerar y cuando ha cubierto todo el circuito del motor, expulsa el agua. Es un procedimiento más complicado porque hay que colocar una rejilla y una llave y hay que saber hacerlo bien. Este tipo de bomba es obligatoria para las zonas de navegación 1, 2 y 3.

Recomendaciones

  • Es importante revisar habitualmente el funcionamiento de la bomba.
  • Tener siempre a bordo una bomba de repuesto. Por ejemplo una manual de alta capacidad porque cuando entra agua en un barco el sistema eléctrico puede fallar. Entonces las bombas de achique eléctricas serían ineficaces. ¡Más vale prevenir…!
  • Lo más aconsejable es que la bomba se desmonte fácilmente. Así se facilita su limpieza periódica y si sufres una avería durante tu navegación, puedas cambiarla rápidamente.
  • Evitar la suciedad y corrosión. Por ello es conveniente lavarla de vez en cuando con agua dulce.
  • Revisar los cables eléctricos que lleve la bomba.

Todos sabemos que los imprevistos existen, pero un buen mantenimiento de nuestra embarcación puede evitar la mayoría de ellos. Así pues, antes de salir a navegar es fundamental revisar que todo funciona correctamente. ¡No olvidéis la bomba de achique!

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