Todos los que tenemos una embarcación de recreo nos preocupamos y mucho por su mantenimiento. Mimamos nuestro barco y siempre estamos pendientes de que todo esté bien. El verano es la época más propicia para salir a navegar y también el momento de hacerse estas preguntas: ¿tiene demasiadas incrustaciones?, ¿mi barco parece más viejo de lo que es?, ¿ha bajado el rendimiento de mi navegación?, ¿ha aumentado el consumo de combustible?… Si es así, lo que tenemos que hacer es darle un repaso a nuestro casco. Llega el momento de echar mano al catálogo del antifouling, también conocida como pintura anti-incrustante o patente.
Pero la gran pregunta es ¿Cómo elegir el mejor antifouling para nuestra embarcación?
La respuesta no es fácil porque hay que tener en cuenta varios factores: las características de nuestro barco, dónde y en qué época del año salimos a navegar, es decir, valorar el clima, la radiación solar, la temperatura y salinidad del agua. Esto va a determinar la elección del antifouling porque en el mercado vamos a encontrar muchas opciones disponibles. En este post os vamos a ayudar a encontrar la pintura correcta. Apuntad que os va a interesar.
Tipos de pintura Antifouling
Estas pinturas anti-incrustantes contienen unas sustancias químicas llamadas biocidas, solubles en el agua para evitar el crecimiento de los microorganismos en nuestro casco. Normalmente lo que se emplea es algún tipo de óxido de cobre que impide que se adhieran esas sustancias que tanto daño hacen a nuestra embarcación. Pero ¡ojo! cuando el casco es de aluminio habrá seguramente problemas de corrosión. Por tanto es muy importante consultar antes al fabricante de pintura. Es la persona idónea para aconsejarnos.
Actualmente están reguladas como pesticidas porque representan una amenaza al medio ambiente. La Unión Europea tiene su propia normativa al respecto y un antifouling comprado en un país puede no estar permitido en otros países en los que vas a navegar.

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Pinturas antipulimentables
Es un tipo de pintura que tiene más capacidad de disolverse en el agua, con la ventaja de que, con el tiempo, no acumula capas de pintura. Otra de las ventajas es que es más barata que las patentes duras. El inconveniente es que no se puede limpiar el casco del barco. Son las pinturas más apropiadas a los barcos de crucero, a vela o motor y para embarcaciones de desplazamiento.
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Antifouling de matriz dura
Cuando se aplica ese tipo de pintura la capa se transforma en una superficie dura y porosa. El antifouling contiene biocidas que, al entrar en contacto con el agua, impide el crecimiento de incrustaciones. Este tipo de patente es ideal para barcos de regata o lanchas rápidas, así como para los que permanecen amarrados. Se aconseja para la matriz dura lijar y eliminar la pintura existente antes de volver a darle una capa de pintura de este tipo.
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Antifouling sin Biocidas
Se trata de un revestimiento de fluoropolímero, una sustancia química que no suelta ningún tipo de biocidas. De esta forma las incrustaciones no se pueden agarrar a la superficie. La ventaja es que se puede limpiar muy fácil, bien con esponjas o cepillos de cerdas suaves. Y una buena opción para cuidar el medioambiente. Os puedo decir que es recomendable si tenéis veleros o embarcaciones motoras, pero que utilicéis mucho, si no, tendréis que realizar limpiezas submarinas a menudo. No apto para zonas de agua dulce.
Frecuencia de aplicación ANTIFOULING

La aplicación del antifouling va a depender de muchos factores; desde el tipo de embarcación que tengamos, las características del agua o el tiempo que pasa nuestro barco a flote. Muy a tener en cuenta si queremos mantener el casco limpio y en perfectas condiciones.
Por ejemplo en aguas más frías es suficiente con dar una capa de pintura anti-incrustaciones antes de empezar la temporada de navegación. Si por el contrario nuestra ruta es por aguas más cálidas como el Mediterráneo, la protección será mayor y tendremos que dar dos capas de antifouling. Esta pintura tendrá que ser especial, con mayor contenido en cobre. Si además nuestro destino es una zona con mucho sol, esa radiación ultravioleta ayuda a la proliferación de limo. Es recomendable que se refuerce la zona de flotación con una capa extra de pintura.
También hay que tener en cuenta la salinidad del mar. No es lo mismo navegar por el litoral cantábrico o gallego donde llueve más . Aquí el agua es más dulce que en el sur de España y por tanto, más propicio para la aparición de los caracolillos, esos pequeños crustáceos que se pegan en nuestra embarcación.
Si vamos a quitar la capa de pintura nosotros mismos tenemos que lijar el casco antes. Hay que tener en cuenta que la capa antifouling que vamos a eliminar es venenosa y, por tanto, muy nociva para respirar. Es fundamental protegerse bien con una mascarilla y unas gafas para evitar que salte a nuestros ojos algún fragmento de pintura.
Por último nuestro consejo es que elijáis un antofouling de calidad, sobre todo para las zonas donde se producen más incrustaciones. Sin duda, el coste de este producto se amortiza a la larga con una mejor conservación de nuestro barco y un menor consumo de combustible. ¡Lo notaréis!!
